Reseñas: Infierno en el Paraiso

Posted on 9/28/2009 by Ego



Por: Juan O.

Infierno en el Paraíso fue escrita por Nora Alemán, una autora notoria por sus telenovelas pesimistas y sombrías. No se cuanto es labor de ella o de sus adaptadore s(Alejandra León de la Barra y Marín Tamez), pero Infierno es una historia luminosa y sofisticada. Ya he dicho en otras ocasiones que es "un taquito de ojo", no solo por la momia más linda de México, El Calvo de Oro, y Julio Bracho que ya le hay facha d egalán (para los caballeros el taco se los dio la Machado, la Rosen y la Sra. Santamarina), sino por sus bellos escenarios, espléndidos vestuarios y elegantes decorados. Era (como Valeria y Maximiliano, otra historia de, Nora Alemán) una novela de gente rica y que trataba de los conflictos de los millonarios.

El argumento tenía más vinculaciones con la obra original de Daphne Du Maurier (la heroína es pintora, al final el héroe apunta su primera esposa con un revolver y se introduce el elemento sáfico).
Marian (Alicia Machado) es la más "sui generis" de todas estas heroínas. Es rica, refinada, profesional y además tiene un pasado. Su relación tormentosa con su abuela millonaria (Silvia Derbez), sus fuertesvínculos con su padre alcohólico, tísico, pero tremendo de talentoso le otorgan una identidad que carecenlas heroínas que ya hemos discutido. Este pintor terco que prefiere morir en la miseria, antes de vendersus obras que son la herencia de su hija, fue lo más conmovedor de la historia.
Otra diferencia , es que antes que Marian y Alejandro se conozcan en el funeral de Fernanda, ya existen vínculos entre ambos.
El padre de Marian ha pintado a Fernanda, y Alejandro lo busca para que restaure el retrato. Para eso envía a su socio Ricardo (Hector Suarez Gomis) a buscar al pintor y este al conocer a Marian queda deslumbrado con la belleza de la chica. Antonio (Julio Bracho), sobrino de Alejandro, era el casero del pintor difunto y quiere quedarse con su colección de pinturas como pago de renta atrasada, y de paso quiere meterle mano a la huérfana.
Marian, por supuesto , le responde partiéndole una botella en la cabeza. Ahí tenemos a Marian, no solo una mujer de armas tomar, pero también un objeto de deseo. Marina de La Sucesora y Manuela eran amadas tímidamente por sus primos, pero nunca se las podía confundir con mujeres seductoras. Solo que la ingenua sensualidad de Marian es apantallada por la ardiente lascivia de la distinguida Fernanda.
Marian queda accidentalmente encerrada en la cripta de su padre, y Fernando que ha abandonado el funeral de Fernanda, la rescata. Este encuentro puramente gótico es "degoticizado" gracias a que ocurre en un día soleado y se le inyecta una buena dosis de humor.
Marian discute con su abuela y acepta acompañar a sus amigas Claudia y Beti en un viaje. La madre de las niñas (María Rosa Bianchi), es una ambiciosa nueva rica que sueña con casar a sus niñas con millonarios.
Marian le sigue la corriente y le permite que la trate como sirvienta. Aparece Alejandro y Marian se conmueve al verlo tan triste. Cree ella (como todos) que el sufre por su esposa muerta. La verdad es que la noche del accidente de Fernanda, Alejandro la encuentra en la cama con Antonio hi adoptivo de su hermana, Dariana.
En un par de días Alejandro y Marian se casan, pero ya en la luna de miel, Fernanda muy viva comienza a seguirlos. De ahí viene la consabida: volvamos loca Marian-molestemos a Alejandro,-robemos el bebé.
Esta telenovela sufrió de varios defectos. El primero fue hacerla víctima del rating que se rumoraba era bajo debido a la falta de química entre Ferrara y Machado. Solución entra Itati Cantoral, y después de cien revolcones se queda con Alejandro, el peloncito Ricardo consuela a Marian, y Fernanda termina en la cárcel como la vulgar delincuente que es.
Nada de muertes increíbles, nada de incendios apoteósicos. Infierno en el Paraiso, fue la muerte del gótico. Hubo un par de personajes innecesarios, la mamá de Fernanda, Arsenio Campos, toda ese subplot sobre el tabaco y los habanos.
Lo más incongruente fue el personaje de Dariana (Diana Bracho). Ese es un buen ejemplo de abordar un tema que le queda grande al guionista. Dariana es una lesbiana "bona fide" (la vemos secándose las lagrimas con la bata de Fernanda). ¿Pero es que acaso no ha tenido relaciones con otras mujeres? El lesbianismo de esta mujer es tratado someramente y por lo tanto la información que recibimos de ella esendeble. Evidentemente, Antonio es hijo de ella. Se sospecha de una violación que por lo menos aportaría alguna coherencia al retrato de Dariana, pero no . Como si el escritor se hubiese arrepentido de crear un personaje "gay", a mitad de la historia aparece el papá de Antonio (Tony Bravo), un novio que la lesbiana tuvo en su adolescencia.
Es como si quisiesen de pronto hacerla heterosexual. Este individuo asiste a los últimos momentos de Dariana que consumida por el cáncer solloza "Fernanda...Mi Amor".
Infierno en el Paraíso fue, a pesar de todos estos errores, una linda telenovela.

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